Gajes del oficio – Orden que termina en denuncias
En estos momentos, les relato una experiencia personal no muy satisfactoria que puede suceder en cualquier taller de reparaciones. En el día 26 de abril de 2024 recibo en taller una TV JVC Modelo: LT-58N785U No de Serie: 037263-100337. El cliente a quien llamaremos John Doe, ya que no es mi objetivo poner en evidencia al cliente. La TV ingresó con una falla en panel (pantalla). El cliente envía una foto que tomó en su casa donde la TV encendía, pero la imagen quedaba con un barrido vertical que iba distorsionando la imagen y oscureciéndola hasta quedar todo negro.
Cuando John Doe ingresa la TV, se le explica que en la mayoria de los casos son fallas internas en el panel y que las probabilidades de reparación son escasas, en torno a un 25% y no cuenta con garantía, a lo cual el cliente estuvo de acuerdo.
El dia 2 de mayo se revisa la TV, la demora es debido a un alto volumen de trabajo en el taller, lo cual también se le explicó al cliente en el momento del ingeso. Tras la revision se percata que la TV contaba con un cortocircuito en ambos lados del panel, lo cual imposibilita la reparación. Le iba a avisar al cliente pero vi que eran las 21:30hs y ya estaba pasado del horario de trabajo por lo cual decidi esperar al dia siguiente. Comienzo a armar la TV, colocarle la carcasa pástica trasera ya que la revision fue breve y no hubo necesidad de tocar nada mas, cuando John Doe me escribe preguntando si tenía novedades de la TV. Le expliqué la magnitud de la falla y la imposiblidad de reparación. El cliente comprendió y quedo todo aparentemente bien.
Fueron pasando los días hasta que el lunes 6 de mayo le consulto al John Doe si viene a buscar su TV, ya que me ha pasado en muchos casos que dejan el equipo en taller cuando no tiene solución y no avisan, ocupando espacio y obligándome a esperar, de acuerdo a las políticas del taller 90 días para poder considerar el equipo como abandonado y disponer de él. John Doe responde que, si va a buscarla que habia estado complicado, con gripe por el mal tiempo y que iba a pasar a lo largo del día, incluso me consulto si voy a estar en el taller a lo cual le afirmo que sí. Pasaron tres días y John Doe aun no venía por la TV, la cual estaba ocupando un espacio impórtate, es una TV grande, de 58 pulgadas y el taller es chico y está en proceso de remodelación por lo cual tenemos solo el 50% del espacio útil disponible. John Doe me dice que vía sobre las 13hs, momento en el cual ya tenía una agenda pero que quedaba personal en el taller para poder entregarle la TV. John Doe levanta la TV y una hora más tarde recibo un video vía WhatsApp donde el cliente increpa sobre el estado de la TV, la cual está encendiendo en un solo color.
Al ver el video intento explicarle a John Doe que las fallas de corto circuitos internos en paneles tienden a dar resultados inestables, que ya el panel estaba averiado y por ello podría en un momento tener imagen y al siguiente momento no. El cliente envía un audio muy grosero desacreditándome y amenazando con romperme la cabeza y destrozar el local, con denunciarme a la policía y luego otro audio, con un toque un tanto xenófobo, el cual lamentablemente ya he recibido en varias ocasiones en mi convivencia de 8 años en la republica del Uruguay, donde me dice que si en mi país de origen, Cuba, estaba acostumbrado a estafar a personas que las cosas aquí no funcionaban así.
Inmediatamente le envié un audio donde le dije que hiciera lo que consideraba pertinente y le bloqueé de WhatsApp para evitar seguir por ese camino, ya que soy una persona responsable y con educación, pero no respondo bien ante amenazas y subidas de tonos, y para no escalar la situación creo que fue la mejor opción. Cuando llego al local me encuentro con otra desagradable sorpresa, un comentario negativo, que era de esperase, donde hace difamaciones sin ningún tipo de fundamento sobre que le habia robado piezas a su TV. Esta fue la gota que rebasó el vaso.
Para su infortunio yo sí tengo pruebas irrefutables de sus acusaciones sin base, llevo un estricto control de cada trabajo que realizó en el taller y una base de datos donde se detallo, por cada orden, un informe de los procesos realizados en el equipo, así como todos los datos del equipo, números de serie, modelo de PCB y pruebas fotográficas de los componentes. Los cuales subo a continuación
Mi principal objetivo cuando abrí el taller era brindar un servicio con calidad y transparencia, ya que en 4 años de experiencia que estuve trabajando en el sector, incluyendo servicios oficiales de marcas reconocidas como Sony, Samsung y LG, pude percatarme de que el enfoque de una gran mayoría de talleres, aunque no todos valga la aclaración, realizan su trabajo de manera poco ética y profesional.
He encontrado de todo un poco, como: le mienten al cliente sobre el estado de sus equipos, le venden piezas recicladas como nuevas, cuando realizan un mal trabajo no se responsabilizan y culpan terceros, el servicio postventa es prácticamente inexistente así como las garantías, las reparaciones a nivel de componentes son prácticamente nulas y la gran mayoría opta por lo fácil, quitar de una TV rota para amar otra, o como diría mi padre: “desvestir a un muerto para vestir al otro”.
Todo este conjunto de elemento fueron los que me inspiraron a cubrir una necesidad latente en el rubro que pocos tallere aprovechaban, un nicho de mercado que superó mis expectativas en demanda. Cuando comencé apenas tenía las herramientas básicas, y al cabo de 2 años pude hacer de cero el taller, gozar de herramientas nuevas, modernas, versátiles con las cuales solo podía soñar al comienzo: osciloscopio, microscopio digital, estaciones de micro-soldadura con cautín tipo lápiz y de aire caliente, multi tester de varios modelos, programadores de memorias NAND Flash, EEPROM, testeadores de pantallas LCD y mucho más, puedo afirmar que actualmente soy de los pocos talleres que tienen todas la herramientas necesarias para la reparación a nivel de componentes y sigo cada vez invirtiendo más en innovación y formación, la cual es un camino constante.
Es muy lamentable ver cómo hay personas que no lo valoran. Tampoco que me vaya a quitar el sueño, pero quise compartir esta amarga experiencia, que no será ni la primera ni la última pero que gracias a Dios no se ven con frecuencia. El objetivo de mi taller no es simplemente ganar dinero, es hacer un trabajo responsable, darles una segunda oportunidad a equipos que de otra forma terminan tirados a la basura contaminando y desperdiciando recursos, es dejar a un cliente satisfecho. A día de hoy me acuesto con la cabeza en alto sabiendo que a nadie he engañado y puedo dormir tranquilo. ¿Cuántos no podrían decir los mismo?
En cuanto a la resolución de esta orden, ya realicé las denuncias legales pertinentes, tanto por amenaza como por difamación y se encargará la ley de dar resolución. Se podía haber manejado la situación de una mejor manera, pues creo que si, pero ante groserías soy intransigente.